Editorial nº 50

Resonancias vol.26, n°50, diciembre-junio 2022, pp. 9-10.

DOI: http://doi.org/10.7764/res.2022.50.1

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La música clásica compuesta desde la segunda mitad del siglo XX ha sido considerada con frecuencia un fenómeno excéntrico y con escasos vínculos con la sociedad. Esta creencia parece relacionarse con otra que asocia la relevancia de cualquier expresión cultural o artística con el número de personas que se interesan por ella: mientras más elevado sea este número, más relevante es dicha expresión. En otras palabras, la relevancia de la música dependería de su masividad. Ya decía Carlos Vega en su artículo pionero sobre la música popular –o lo que él llamó entonces “Mesomúsica”— que esta no era la mejor pero sí “la más importante”, por ser la que más se oía (Vega 1997 [1966], 176). Pero, si bien no puede negarse que el número de auditores o personas interesadas es un dato importante, ni la música ni ninguna otra manifestación humana necesita imperiosamente ser masiva para ser relevante socialmente: basta que tenga valor para una comunidad determinada, que el conjunto de la sociedad le atribuya una función significativa (aun si no llega a comprenderla del todo), o que tenga “efectos contextuales” de algún tipo (Martí 1995).

Los estudios más recientes sobre la música clásica contemporánea y de vanguardia latinoamericana van de la mano con esta perspectiva y la entienden como un fenómeno o práctica con profundas implicaciones sociales, políticas y culturales. Eduardo Herrera, por ejemplo, ha demostrado recientemente que el Centro Latinoamericano de Altos Estudios Musicales (Claem) tuvo un impacto significativo en el continente por más de cincuenta años, pese a haber sido una institución fundada en un país específico (Argentina), que tuvo una vida relativamente breve, de solo una década (Herrera 2020).

En esta línea se sitúan también los textos que integran el dossier de artículos dedicado a los festivales de música contemporánea en Latinoamérica que abre este número. Como explica detalladamente en el texto introductorio nuestra editora invitada, Daniela Fugellie, sus autores ofrecen nuevos datos y perspectivas sobre una amplia muestra de eventos de este tipo que fueron realizados en Centro y Sudamérica. Incluso, el artículo de Hernán Gabriel Vásquez estudia los festivales realizados en Washington entre 1958 y 1965, con lo cual trasciende el ámbito latinoamericano. En este y los demás artículos del dossier se hace hincapié en la importancia de determinadas instituciones, la gestación de redes conformadas por territorios o actores específicos, y la vinculación de la música de vanguardia con una identidad latinoamericana, entre otros tópicos de interés.

Coincidentemente con el dossier, y a diferencia de números anteriores de la revista, los tres artículos de tema libre que se publican en esta ocasión están igualmente dedicados a la música clásica o de arte, aunque desde diferentes perspectivas. José Luis Besada analiza en detalle una obra del compositor José Manuel López López, mediante un enfoque ecléctico que integra diferentes perspectivas. Helena Martínez pone en evidencia la fuerte presencia femenina en el Conservatorio de Granada en los quince años anteriores a la Guerra Civil Española. Y Camilo Rossel, desde el ámbito de la filosofía de la música, revisa críticamente algunas ideas bien asentadas acerca del cambio en las concepciones musicales a finales del siglo XVIII. En su conjunto, tanto estos tres textos como los cuatro incluidos en el dossier ofrecen una mirada renovada y estimulante sobre la música clásica de las Américas y España en diferentes momentos de su historia.

La sección de documentos, por su parte, incluye dos textos muy diferentes. En el primero, escrito desde la perspectiva de una intérprete con vocación investigativa, Alejandra García Loera cuestiona el rol tradicionalmente atribuido a la contralto en el ámbito del canto lírico. El segundo constituye un modesto reconocimiento de esta revista a quien fuera su editora durante una década, con motivo de su reciente jubilación. Me refiero a la musicóloga Carmen Peña, quien, además, fue profesora en el Instituto de Música de nuestra universidad durante un período de tiempo aún mayor. El texto, coordinado por Malucha Subiabre y José Manuel Izquierdo, consiste en un compendio de testimonios de colegas y estudiantes que resultan elocuentes respecto a sus aportes como docente e investigadora, los cuales incluyen, entre otros, el desarrollo de nuevas asignaturas sobre la música en Latinoamérica, así como nuevos datos y perspectivas sobre música y músicos de los siglos XIX y XX. La revista Resonancias desea a Carmen lo mejor en esta nueva etapa de su vida, que sin duda será también fructífera e intensa.

El número 50 concluye con una nutrida sección de reseñas dedicada a cinco libros publicados en los últimos tres años. Los temas que abordan son diversos, desde la música escrita del período colonial hasta la música tradicional y popular de nuestro tiempo.

Bibliografía

Herrera, Eduardo. 2020. Elite Art Worlds. Philanthropy, Latin Americanism, and Avant-Garde Music. Nueva York: Oxford University Press.

Martí, Josep. 1995. “La idea de ‘relevancia social’ aplicada al estudio del fenómeno musical”. Trans. Revista Transcultural de Música, 1. Acceso: 9 de mayo de 2022. https://www.sibetrans.com/trans/article/301/la-idea-de-relevancia-social-aplicada-al-estudio-del-fenomeno-musical.

Vega, Carlos. 1997. “Mesomúsica. Un ensayo sobre la música de todos”. Revista Musical Chilena, LI (188): 75-96 (publicado originalmente en 1966).


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Vera, Alejandro. 2021. "Editorial". Resonancias 26 (50): 9-10.

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